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El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha resuelto "dejar sin efectos disciplinarios" la tarjeta amarilla mostrada al portero del Athletic Club Gorka Iraizoz en el partido que enfrentó al equipo rojiblanco con el FC Barcelona el pasado domingo. El colegiado Carlos Megía Dávila amonestó a Iraizoz en el minuto 31 por "derribar a un contrario en la disputa del balón", en este caso al delantero local Thierry Henry, en una acción que el árbitro madrileño interpretó además como penalty.
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El unico gol rojiblanco que por lo menos no anulo Mejia Davila.
El Athletic tiene toda la razón del mundo cuando proclama su indignación contra Megía Dávila, lamentable protagonista de ayer en la derrota ante el Barcelona. El inventario de agravios es extenso y abarca a los tres goles locales. De salida, en el primero, de falta directa de Ronaldinho, queda la duda de si Iraola cometió una infracción al borde del área. El segundo fue lo nunca visto. Megía pitó el que probablemente sea primer penalti de la historia por zancadilla con la cabeza.